Ayer me caí subiendo las escaleras mecánicas de la renfe, con un amigo, para pillar el tren. Un tren que no es el mio. Moretones en las dos rodillas. Heridas en las rodillas, una por cada gancho que tienen las escaleras, ganchos que hicieron una bonita incisión uniforme en mi piel. Gracias a las pulseras no mi hice tanto daño en las muñecas... Lo que provocó la caída, es lo que me hizo que no me doliera tanto hasta el día siguiente, El alcohol.
Lo graciosos es que ahora ando cojeando, y esta mañana, he ayudado a mi hermana con la obra, subir y bajar los cuatro pisos infinidad de veces cargado hasta la saciedad de escombro, o quitar el gotelé con media pierna. Mola.
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