Pues bien, el sueño era este:
Hallábame yo en una tienda de souvenirs de no se dónde, pequeña, con su puerta, sus cristales en tres paredes, y muebles bajo los cristales y una mesa en el centro, todo con muchas cositas de coles variados (Estuve hace poco de viaje y visité unas tiendas similares, pero no tan modernas). Yo era cliente, y alguien entraba por la puerta, el dependiente creo que era rubio, puede que con rastas, alguien guapo (Nada sexual pasaba por mi cabeza, una pena), no recuerdo lo que pasaba, solo hablaba de las cosas que ahí se encontraban, aprendiendo cosas que olvidé pues lo vi importante. En ese momento viaje como por arte de magia a otro momento y lugar (Como si se hubieran borrados los recuerdos entre esos momentos.
Ahora estaba en una casa, puede que de aspecto rústico, yo estaba con alguien, quizás con una mujer, mirando por la ventana. tras los cristales podía vislumbrar un paisaje nocturno, natural... Bueno, había unas montañas que contenían una luz, una luz azul verdoso, ese color tan bonito que sale de la mezcla del azul con tiznes verdes. la cordillera era enorme, y se alzaba sobre una llanura muy amplia. Estas montañas, se iluminaban con dicha luz de izquierda a derecha como una ola, esos cristales semejantes a lo de los videojuegos que simbolizan el poder que yace de dentro de una persona. La persona con la que me encontraba y yo decidimos ir a esas montañas embelesados por su belleza. Tan natural, tan bonita ¿Qué nos impedía ir? Entonces el segundo salto temporal daba lugar.
Ya en la montaña todo estaba iluminado ¿Cómo describirlo con palabras? No se sabía de qué color era la roca, quizás de un color oscuro, la luz que producían las partes brillantes de la montaña contaminaba con su belleza todo lo que sus rayos tocaban. Pero no solo había roca y cristal, estábamos la chica, yo y muchos seres, seres extraños, que resultaban familiares a mis ojos, conocidos, pero con un aspecto demacrado, deprimente, con cicatrices. Había unas vías. Todo era desordenado, escabroso, asombroso hasta tal punto que aun sabiendo que mi amiga estaba conmigo ambos nos desentendimos, mirando, observando oyendo los susurros de las personas que allí estaban, pero no escuchando nada pues eran demasiadas personas susurrando para sí mismos. Creo que fue ella quien preguntó, la pregunta lógica ¿Qué demonios era todo esto? Con algunas especie de palabras uno de las personas demacradas por la montaña me hizo entender, me hizo entenderlo todo: La montaña, la llanura, el sueño... LA REALIDAD.
Allí estaban parte de los artistas que viven o han vivido alguna vez... Pude reconocer a David Bowie, Justin Bieber, Michael Jackson... No sé cuantos más, eran muchos, todos conocidos, pero tristes, hablando solos, bueno, susurrando para sí mismos. Pero como no he dicho antes no eran los propios artistas, sino una parte ¿Qué parte? La parte blanca, azulada, triste, demacrada, deformada, con cicatrices que susurran para sí "No puedes", "Lo que haces no es lo suficientemente bueno", "A nadie le gustará esto", "Eso solo te gusta a ti"... En algún momento me encontré con el artista más importante que hay en mi vida, yo mismo... Susurrando para sí... Susurrándome. FFFFFIIIIIIIIUUUUUU: Último viaje
Esta vez el sueño acaba, pero como no hay nada que me jodió despertar este sí tiene final, por eso quizás me ha enseñado algo. Ahora estaba de nuevo en la tienda de souvenirs. Regalitos, monerías ¿Pero de dónde? Qué más da. El caso es que hay mogollón de cosas, entre ellas, alguien sabio me indicó qué es lo que buscaba, puede que esa persona fuera la que me guiara por la montaña, puede que esa persona sea parte de mi, o yo mismo ¿Quién sabe? Lo que yo estaba buscando es un paquete. Un paquete de unos quince centímetros de plástico transparente, en él había unas "galletas" de cerámica, con una forma muy peculiar: Cuatro cuadrados separados por una pequeña distancia unidos por otro cuadrado en el centro del mismo tamaño pero en segundo plano, eran del mismo color que la montaña, era agradable de tocar... Pero he aquí el "kit" del sueño, lo que me queda por aprender. Esas "galletas" eran lo que estaba buscando, lo que conectaría el mundo de la montaña y el real, el sueño y la realidad de verdad (Me entiendes). No eran las que estaban en la misma cesta, con los mismos colores, pero con diferente forma... eran los de los cinco cuadrados que me indicó la persona sabía, ya lo había encontrado, solo necesitaba saber dónde encontrar más cómo esos objetos y cómo diferenciarlos de falacias sin valor. Me recordó a esa peña que buscan tiendas esotéricas diferenciando qué es verdaderamente satánico, divino, qué da buena suerte... y que no.
En esta parte del texto viene explicada si no un resumen, una explicación, una aclaración o una opinión... Pero eso no mola, ¿Ya tu sabes?
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