A la salida del colegio, una amable señora esperaba con una bolsa misteriosa, esa bolsa contenía algo peor que la caja de Pandora. Sí amigos sí, cromos coleccionables de nuestra querida amiga, Justina. Las niñas, al ver esto, se abalanzaron sobre la pobre mujer, que culpa no tenía de nada. Esta intentando ser justa en el reparto, intentó dar un sobre a cada niña, pero vio que el trabajo era imposible: Las niñas, poco a poco, iban aberronchandose contra la carretera, donde un policía guardaba el bien de los ciudadanos dirigiendo a los coches. El policía decidió, al ver que las niñas estaban en la carretera, hacer parar todo el tráfico, a la vez que decía a la mujer de "la bolsa de Pandora" que se fuera, esta, al oírle, le hizo caso, dejo la bolsa donde pudo, si es que no estaba ya a varios metros de ella, o esparcida por toda la acera y carretera, y se fue: Su vida era muy valiosa.
¿Y la hermanita de Tama "Tamarita"? También quería esos satánicos cartones, pero al ver que una manada de niñas medio sordas se abalanzaron como zombies, miró con cara "WTF", se dio la vuelta y prefirió usar su valioso tiempo con su familia.
Moraleja: Justino, muérete.
Gracias, Tama.
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