08 enero 2011

Comversación entre el médico del pueblo y una anciana decrépita

He de decir, para empezar, que todo esto, es inventado por mí... no hay nada de real. Excepto una cosa, que es la que me dio la idea.
Leedlo, yo mismo me partí el mismísimo culo mientras lo escribía.

El médico, con ropa de chandal de grandes almacenes, entra en la casa, una casa baja, pequeña. La puerta ha sido abierta por los familiares de la anciana.
- ¿Qué? enferma, como siempre (Esta es la frase que copié de la televisión. Para una vez que la veo, y me da ideas buenas).
- Sí.
- Si es que no se puede estar así, todo el día en el sofá.
- Ya.
- Haga más deporte, footing, natación...
- Ya, Ya.
- Y haber, cuénteme que coño le pasa ahora.
- La pierna, me duele mucho.
- Haber, destápese... ¡Joder!¡Que asco!¡Usted usa pañal!
- Es que, no me puedo levantar.
- Si, ya. Por la pierna. menuda vaga de mierda.
- Por favor, la pierna, me duele mucho.
- ¡Bueno! Esto es muy grave... Se va a tener que cortar por lo sano.
- Y no me puede dar un calmante, mientras llega la operación.
- Sí, claro. Se lo traeremos en bandeja de plata.
- Muy amable, señor.
- ¿Está usted de coña, señora? Iré ahora mismo a por Emilio, y que traiga de su bodega unas cuantas garrafas de ese vino peleón tan malo que tiene ¿Sabe?, lo hace el mismo.

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